google-site-verification: googleebd411669e029116.html Princesa Cactus: Bolas de mantequilla y nueces pecanas

12.6.11

Bolas de mantequilla y nueces pecanas

Hoy os traigo la primera receta que hicimos en el club de la galleta, de esto ya hace algunos meses ya que nos remontamos al mes de marzo, sí, ese mes fue cuando empezó la andadura del club y cuando yo me inicié en el mundo para mí totalmente desconocido de la repostería.

Lo primero la compra de los ingredientes, tuve que comprar de todo porque no tenía de nada, hasta lo más básico que puede ser el azúcar y la sal, pues hasta eso tuve que comprar.

Lo segundo es ver la preparación de la receta, y ahí es cuando empezaron mis problemas… se trituran las nueces… ¿Y cómo hago yo eso? ¿Cómo no las pise? Como comprenderéis no me pareció oportuno pisarlas, que eran nueces no uvas… Contestación de la galletera mayor: ¿Y si pruebas con una batidora picadora o con un robot de cocina?... Yo no tengo de eso… Intervención de otra galletera: ¿Y por qué no utilizas un mortero?... Pero si tampoco tengo… Otra vez la galletera mayor: ¿Y por qué no se lo pides a tu madre?... Buena pregunta sí, pero no podía hacer eso, había decidido que eso sería una sorpresa, si le pido algo a mi madre, conociéndome, no hubiera parado hasta que se lo hubiera dicho, que mi madre cuando quiere es muuuuu cansinaaaaa.

Ya está, me compro una batidora… si hombre, para que luego a los tres días compruebe que esto no es lo mío y, además de perder el dinero tenga un cacharro más arrinconado en casa… no, no, no, mejor me compro un mortero.

Bueno, pues ahí estaba yo tan feliz como una perdiz con mi mortero y con mis nueces, pues al cabo de un rato de machacar nueces, no sabía de qué estaba más harta, si de las nueces o del mortero, que hartón me di, cuando terminé los brazos no me respondían jajaja

Después vino mezclar los ingredientes, ni qué decir tiene que me hice un lío con las cantidades, torpe que es una para según qué cosas, hasta el punto que la masa que salió después de mezclar aquello no tenía nada que ver con la receta, una cosa totalmente desmigajada, ¿y con eso tenía yo que hacer unas bolitas? Pues la llevaba clara… tuve que acudir rápidamente a internet para preguntarle a alguna de las chicas cuál era el fallo, menos mal que la galletera mayor estaba conectada y me dio las instrucciones a seguir.

Una vez hechas la masa y las bolitas, llega el momento de introducirlas en el horno, como tengo un horno pequeño, de esos que parecen un microondas, me digo: No las separes mucho porque entonces no acabarás nunca… y así las puse juntitas porque cuanto más juntitas más calentitas, que dice el refranero español.

Cuando fui a verlas para sacarlas no es que estuvieran pegadas, no, estaban unidas en fraternal hermandad, tuve que separarlas con un cuchillo… las bolitas habían quedado aplastadas y deformes.

Último paso echarles azúcar glasé, otra odisea, al meterlas en la bolsita con el azúcar y menearlas, empezaron a romperse… ahhhhhh horror, tuve casi que espolvorear el azúcar con los dedos, con lo que unas tenían de más y otras de menos.

Momento de mostrárselas a mis padres, lunes al mediodía antes de almorzar, les saco la bandejita con las galletitas y esto fue lo que pasó:

Papás: ¿Y eso qué es?
Yo: Unas galletas ¿no lo veis?
Papás: Ahhh y… ¿qué pasa con ellas? ¿Qué tienen de especial?
Yo: Pues…¡¡¡¡¡Que las he hecho yo!!!!!

La cara de mis padres, sobre todo la de mi madre, sendos poemas, no daban crédito a lo que acababan de escuchar.

Mamá: (con sonrisilla nerviosa) Anda ya, ¿quién las ha hecho?
Yo: Te lo acabo de decir, YO.
Mamá: ¿TUUU? ¿Cómo? ¿Cuándo? Pero… ¿Por qué?

Tuve que explicarles así por encima lo del club de la galleta, y claro, en cuanto las probaron confirmaron que sí, que las había hecho yo.
Papá: Saben dulces y saladas al mismo tiempo.
Yo: Eso no puede ser, o están dulces o saladas, pero las dos cosas al mismo tiempo no puede ser… nadie es alto y bajo a la vez, pues esto es igual.
Papá: Nadie es alto y bajo a la vez, pero estas galletas te digo que están saladas y dulces.
Yo: Bueno, pero… ¿te gustan?
Papá: Pues no. (Y me lo soltó así tan pancho, sin anestesia ni nada)
Mamá: Pues a mí sí me gustan, están buenas. (ayyyy el amor de madre)

Reconozco que las galletas estaban tirando a malas, lo primero que cocino en toda mi vida unido al lío que formé, pues era lógico que no estuvieran buenas. Encima cometí el fallo garrafal de comprar la mantequilla con sal…

Menos mal que la segunda vez, las galletas que ya mandé porque las otras fueron una prueba, inexplicablemente, mejoraron bastante… se dejaban comer, no oponían resistencia alguna. 

Y hasta aquí la receta de hoy, si alguien la quiere que la pida y con gusto se la enviaré, es que ponerla aquí es que salga una entrada más larga que El Quijote jeje

5 comentarios:

Ana Mar dijo...

jajajaja esta historia me suena que la conozco, pues si doy fe de las que galletas estaban buenas, me las comí junto con daniel y los dos galleteros que somos opinamos que estaban buenas ñam ñam.
Besos wapa

MyA dijo...

Mmmmmm bolitas de nuez, me has recordado lo mucho que nos gustaronn :P no probamos las tuyas, pero seguro que la galletera mayor se hubiera quejado si no le hubieran gustado! :P

Un abrazo compi galletera! y que conste que me encantan estas entradas!

Kar y Ro dijo...

Hornear me ha ayudado con la espera!!! Pondré alguna receta en estos días :D

jess dijo...

Se ven deliciosas, nunca he horneado galletitas pero creo que lo hare en vacaciones, se antoja y servirá de terapia ocupacional pues yo solo disfruto mi primera semana libre y despues comienza a aburrirme el no tener que hacer.
Lastima que estes tan lejos me hubiera gustado probar alguna...

María y Vanessa dijo...

Uuuuy que buena pinta Solete!!
Qe cocinera estás hecha! jaja
Qué tal el inicio de verano? Qe ya no qeda na...
Un besito!

 
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