El pasado día 2 mi niña, mi Pepita, mi pececita adorada, se ganó por fin sus alitas y cruzó el arco iris. Sabía que ese día llegaría más temprano que tarde, siempre fue de salud frágil, pero no por esperado el momento fue menos doloroso.
Ahora por fin descansa en un bonito cactus, y aunque no pueda verla, la siento conmigo.
Todavía recuerdo el día que te vi por primera vez, y cuando os traje a casa, a Silvia y a ti, erais tan pequeñitas, parecíais tan indefensas, cómo imaginar que ibas a ser tan luchadora.
Hasta siempre mi niña, nos veremos al cruzar el arco iris.
1 comentarios:
Lo sentimos muchísimo Solete... podemos imaginar lo duro que ha sido... un abrazo enorme!!! Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaks
Publicar un comentario