google-site-verification: googleebd411669e029116.html Princesa Cactus: Crónica de mi primera vez

22.3.14

Crónica de mi primera vez

No penséis mal mentes calenturientas, no me estoy refiriendo a “esa” primera vez, no, hablo de mi primera vez en la presentación de un libro. El libro en cuestión es “Maldita”, de mi “escribidora” favorita, Mercedes Pinto Maldonado.

La pequeña Lucía salía de su letargo digital para brillar como sólo ella sabe hacerlo, en papel.  Y eso era algo que yo no me podía perder.

Hace ya algunos meses, Mercedes nos dio una noche la noticia, ni qué decir tiene que esa noche el champagne corrió de copa en copa por todo el club. Estábamos todos emocionadísimos. Lucía, nuestra pequeña, nuestra niña (lo siento Mercedes pero Lucía dejó de ser sólo tuya hace mucho tiempo), nuestro angelito, salía del mundo virtual para que cada uno de nosotros tuviéramos un pedacito suyo en nuestras casas.

Para que entendáis mi emoción explicaré antes algunas cosas, porque seguro que pensáis, pero si es un libro, que te puede gustar más o menos, pero al fin y al cabo un libro como cualquier otro, y la escritora una más de tantas que hay.

Como conté ya en esta entrada yo me compré la bicicleta estática por mi colesterol, pues como me aburría mucho en la bicicleta y poner la tele me aburría todavía más, decidí que leería en lo alto de la misma, pero uno de los primeros libros que leí era muy pesado y se me cansaban mucho los brazos (delicadita que es una), por lo que decidí comprarme un libro electrónico, al hacerlo, la misma web me recomendó varios libros para empezar, y en dicha recomendación estaba “Pretérito Imperfecto” de Mercedes Pinto Maldonado, yo como soy tan obediente me dije: si te dicen que leas ese libro pues lo lees, y punto. Y así lo hice, mi sorpresa fue que me gustó muchísimo, la historia del abuelo Rafael y el gorrión me cautivó pero ahí se quedó la cosa.

A los pocos días estaba yo dando una vuelta por el “cara-libro” (que raro, ¿no?) y era él el que me hacía otra recomendación, que le pidiera amistad a una tal Mercedes Pinto Maldonado, en esto que me quedo pensando de qué me sonaba a mí ese nombre, y al momento ¡eureka!, pero si es la escritora del último libro que leí (¿por qué sabía el caralibro que yo había leído ese libro? Expediente X), y en ese mismo instante decidí escribirle y decirle lo que me había gustado su libro.

Ella agradeció mucho mi mensaje y no sólo de palabra, me envió un código para poder comprar otro libro, en ese momento yo estaba con Lucía, por lo que lo guardé para el siguiente, para Josué y compañía.

El caso es que cuanto más leía de esta escritora más me gustaba su forma de escribir, y un buen día di también en el caralibro con un grupo de lectores de sus novelas, pues ahí que me apunté, vamosssss ¿me iba a quedar yo fuera? ¿La mejor mula sin manta? De eso nada monada. Cierto es que somos cada uno de nuestro padre y de nuestra madre, pero no es menos cierto que nos unen dos pasiones, el gusto por la buena literatura y Mercedes.

Y ahí, capitaneados por la Señá Presi Cita Franco, nos reunimos en la mesa camilla para hablar sobre los libros de Mercedes, los de Rafael, los de la otra Mercedes, el de Cita (que espero que sea seguido por muchos más), y tantos y tantos libros que comentamos, y entre desayunos, comidas, tapas y demás, reímos, algunas cortan cebollas, hacemos trajes, etc. Y lo mejor de todo es que lo pasamos genial porque ahí se habla de todo, Mercedes nos permite hablar de cualquier cosa (sin faltar el respeto a nadie, claro está), fijaros si es generosa que hasta nos permite que hablemos de los libros de otros autores y que nos hagamos recomendaciones.

Por todo ello, no se trataba de una presentación cualquiera, de un libro cualquiera, de una escritora cualquiera, no, se trataba de la presentación o mejor dicho del bautizo, de nuestra pequeña, de Lucía.

Pues allá que iba la Solete a las ocho de la mañana del pasado 14 dirección Madrid, viaje pesadísimo como siempre pero con mucha ilusión por todo lo que iba a vivir.

Para comer quedé con una amiga, con mi Tesoro, pero eso lo dejo para otra entrada, hoy voy a estar a lo que tengo que estar... después de comer ella salió pitando a trabajar y una servidora se dio una vueltita por Callao, estaba deseando ver a nuestra niña y me planté en la FNAC, di más vueltas que un tonto en una feria y al final tuve que preguntar, y resulta que la tenía a mi ladito y no la había visto, el ansia por tenerla no me dejaba verla jajaja.

Y una vez que ya tenía a la niña y me disponía a salir del centro comercial, me fijé en la sala donde iba a ser la presentación, no pude ver mucho porque las cortinas estaban echadas, mecachisssss... pero sí que vi a Lucía al lado de las escaleras.

A una media hora del evento hablé por teléfono con Eva y así quedé con ella y con las hermanas María José y Alicia, que alegría verlas y poder hablar en persona con ellas. 

Acto seguido acompañé a las hermanas a comprar sus libros y nos fuimos al hall para esperar a que nos dejaran pasar al salón, y entonces vimos a una señora así bajita con aires de dama templaria y dijimos, tateeee esta es Margarita, después de los saludos y besos de rigor vimos a un señor con gesto distinguido, y entonces fue, hombreeee Juan Manuel, más besos y más saludos, y fue entonces cuando me di cuenta que dos chicas nos miraban, y las escuché decir: Mira, ahí está Margarita, y esas son las hermanas Boza... y yo que soy tan guapa y tan lista pensé, tiene que ser alguien del club cuando sabe nuestros nombres, y en efecto, así fue, era la gran Celia y su amiga Carmen, más abrazos y más besos.

Todos con nuestro libro en las manos, estábamos de los nervios jajajaja y de momento se descorre la cortina y sólo nos faltó correr a lo "beliebers" (verdad Celia???), y nos dijimos unos a otros: Delante, delante, nosotros delante, en la primera fila... ni los grandes almacenes ingleses el primer día de rebajas jajaja.

Una vez que estuvimos sentaditos juro y perjuro que nos portamos bien, que se nos puede llevar a la próxima presentación. Y entonces es cuando escuchamos el bello sonido del violín de manos de Alexandra Krivoborodov, que nos transportó al pequeño cuarto de nuestra Lucía. Alexandra, gran intérprete y sobre todo gran persona.

Y ya metidos en faena la primera que habló de la mesa presidencial fue Cita, nuestra Cita, nuestra Presi (que no me imaginaba yo que tenía esa voz tan bonita), para dar paso a la gran anfitriona, a la mamá de Lucía, a la señora de las letras, nuestra "escribidora", nuestra Mercedes Pinto Maldonado. Y después de ella el no menos grande Rafael R. Costa, nuestro Rafael, sí, porque en este club todos son nuestros jeje.

Mercedes estaba bastante nerviosa, pero supo aplacar los nervios y hacer una presentación maravillosa de nuestra niña, y qué decir de Rafael, que menos mal que lo suyo no es hablar en público, porque vaya pico de oro (¿Se me nota mucho que admiro a estas personas? No, yo creo que no), habló como sólo los grandes saben hacerlo y sin despeinarse oye.

Acto seguido vivimos otro momento emocionante, Cita leía un trocito de Maldita acompañada al violín por Alexandra, me consta que más de una tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no llorar, porque ese día no era para llorar, ni siquiera de alegría.

Luego se abrió un turno de preguntas que Mercedes fue respondiendo ya mucho más tranquila, pero si hasta yo me animé a hacer dos preguntas, quién me ha visto y quién me ve, a mi madre le tendré que enseñar el vídeo para que se lo crea jajaja.

Y después de eso llegó la tan esperada firma de los libros, todos con nuestra niña en las manos como niños con zapatos nuevos, esperando nerviositos en la fila a ver qué nos ponía Mercedes, y después fotos y más fotos, y risas, y a ver qué te ha puesto a ti, déjame verlo, no que te lo llevas, mi libro dónde está mi libro, etc. Estábamos como los niños que esperan la cola para ver al paje real con su cartita en las manos. Ilusión, nervios, ojos brillantes, alegría... y si no nos invitan amablemente a irnos los guardas de seguridad, todavía seguimos allí.

Después todos juntos, fans y escritores, nos fuimos a cenar al restaurante La Traviata, y por un día me dije: Colesterol no quiero saber nada de ti (aysss cuando me haga los análisis, no lo quiero ni pensar). Y entre risas y anécdotas pudimos dar buena cuenta de todo lo que nos sirvieron.

He dejado una cosita para el final, antes de que empezara todo, cuando ya estábamos ubicados en la primera fila del salón, Mercedes se acercó a nosotros, nos fue reconociendo uno a uno y saludándonos, y cuando llegó mi momento pensé que me iba a poner más nerviosa o que iba a estar más cortada, pero nada más lejos de la realidad, nos dimos un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida, pero no un abrazo de estos de compromiso, no, uno de los de verdad. 

Y hasta aquí llegó mi crónica de la presentación de Maldita, sólo me queda decir que es una suerte haber conocido a todas estas maravillosas personas, guapas por dentro y por fuera, y todo un orgullo pertenecer a este gran club.

Pensaba poner varias fotos, pero como la mayoría ya las habéis visto y esto ha quedado muy largo, sólo pondré una a modo de resumen.

Mercedes y Solete

P.D. Muchas gracias a Tomás Gallego (hermano de Mercedes Gallego) y a Juan Manuel, por haberse encargado de los documentos gráficos de tan especial evento.

9 comentarios:

La Isla de las Mil Palabras dijo...

Solete...eres aún más Solete de lo que creía, tienes un arte que no se puede aguantar, y merece la pena que haya pasado una semana, para poder leer, con esa gracia y desparpajo, la crónica del día que no pude estar con nuestra Lucía. Gracias por ser como eres, y por esta crónica de enmarcar. Un besazo. Mari He Ca

Anónimo dijo...

Se nota en cada palabra que has escrito que para ti fue una tarde Especial, una tarde que supero con creces las expectativas tuyas y de todos tus compañeros, me gusta como lo cuentas y lo volveré a leer. Gracias SOL.
Margarita

Cita Franco dijo...

Gracias, Solete, por tan bella crónica. Fue una tarde para no olvidar, y todo gracias a vosotros, los de la primera fila. Yo os miraba y decía: "Mira mis niños, qué modositos, con la guerra que me dan. ¡Y qué guapos son todos!"
Espero que pronto se pueda repetir algo así. Las grandes familias, como la nuestra, siempre deben estar unidas.
Un fuerte abrazo, princesa Cactus.
Cita

Unknown dijo...

Solete, que gran crónica has hecho de ese día, me encanta! Y no me extraña que te hayas tomado tu tiempo, lleva lo suyo, has hecho un resumen tan real, que hasta a mi me parecía estar allí.
Un abrazo enorme!

Por cierto, me he hecho seguidora del blog....:)

María José dijo...

¡Qué bonita crónica! La verdad es que vivimos momentos muy emotivos y también divertidos... Me ha encantado leerte y recordar esos momento como cuando nos encontramos y nos fuimos mi hermana, tú y yo a comprar nuestro libro... Gracias por nombrarnos en tu maravillosa crónica.
Un besote.

Mercedes Pinto dijo...

Ya te digo yo que el abrazo fue sincero, y tanto. Es más, no te achuché más porque te vi tan pequeñita... Qué gran tarde, amiga, y qué bien has contado ese largo camino que finalmente te llevó a la presentación el catorce.
Me has emocionado, tus palabras tienen un toque de ternura tras las pequeñas bromas que me llegan mucho.
Me siento orgullosa de tenerte como lectora, pero sobre todo de contarte ya entre mis amigos.
Es una crónica muy hermosa y muy bien escrita. ¡Gracias!

Juan Manuel dijo...

Solete, no esperaba una cosa menos tierna que esta, es muy emotiva. En cuanto a los abrazos me preñe que todos fueron de disfrute y satisfacción, no siempre podemos abrazar a un amigo.

Un beso para mi Solete.

Juanma

Susana Palacios dijo...

Se me han puesto los pelos como escarpias,como me hubiera gustado estar alli,gracias por contarnoslo,besotes

Jimena63 dijo...

Solete...genial el comentario...al leerlo me ha dado la sensacion de estar alli con vosotros...un beso....Pepa Cid

 
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